martes, 25 de agosto de 2009

CAPILLAS Y RETABLOS DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PABLO III.

CAPILLA DEL CRISTO DE LA AGONÍA:

Se localiza en la nave sur del templo parroquial, abierta al costado recto del trascoro y visible nada más acceder. Arquitectónicamente es uno de los espacios más sencillos de los construidos durante las centurias de la Edad Moderna, se configura como un ámbito cuadrangular de escasa profundidad (como consecuencia de ser un espacio abierto en los muros laterales del espacio coral) y cubierto con sencilla bóveda de arista.

El espacio se decora por un magnífico retablo del siglo XVII estructurado a modo de gran arco de triunfo de un solo vano y flanqueado por doble juego de pilastras, de fuste ornado con motivos vegetales; se completa con frontón partido y ático con el escudo de la Cofradía Penitencial del Silencio (cuyo titular preside el retablo). Sobre el fondo de tablas que cobija al Cristo de la Agonía aparecen pintados al óleo San Juan y la Virgen, ambas son pinturas de buena factura restauradas recientemente.

La pieza más relevante desde el punto de vista artístico es la bella imagen del Cristo de la Agonía, talla realizada durante el siglo XVI y considerada por muchos especialistas como una de las más bellas imágenes cristíferas de las conservadas en Aragón.

Artísticamente Cristo aparece todavía vivo, momentos previos a su expiración, enclavado en una cruz plana mediante tres clavos y ataviado con sencillo paño de pureza anudado a su costado derecho. Anatómicamente presenta un bello trabajo dotado de cierta monumentalidad y clasicismo propio de la escultura de finales del siglo XVI; a ello Nogueras le otorga una visión más expresiva mostrando el torso de Cristo ligeramente elevado y torsionado con el fin de mostrar ese carácter de último aliento o expiración. Pero sin duda alguna la zona más valorada por los especialistas es el rostro, ligeramente elevado y ladeado hacia su lado derecho; con los ojos abiertos y la mirada perdida hacia el cielo; su boca entreabierta y de gran expresividad muestra la fuerza desgarradora de la muerte.

Como se menciona anteriormente la escultura es obra de Jerónimo Nogueras datada en 1588 según consta en el contrato conservado en los archivos de la parroquial, la policromía y encarnación de esta bella talla es creación de Roland de Mois, sin duda alguna uno de los mejores pintores del siglo XVI en Aragón.

Es muy poco lo que se conoce del escultor, según se coteja en informaciones documentales se sabe que debió nacer hacia 1537 en la localidad zaragozana de Ateca. Y que a los veinte años de edad todavía era soltero aunque ya poseía el título de architecto-entallador, ya que se presenta como testigo en un proceso inquisitorial. Durante este proceso inquisitorial 1557 se le localiza trabajando en la localidad de Sigüenza (Guadalajara); a partir de este momento se desconoce su paradero hasta el año 1571 cuando firma contrato en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), por lo que es pausible afirmar que durante esos años estuvo trabajando en las obras de la catedral. El contrato firmado lo establece con el obispo de León, don Juan de Quiñones, para que ejecutase su sepulcro; Quiñones conocería del buen trabajo de Nogueras durante sus estancias en tierras norteñas como subdelegado de la Iglesia de Pamplona, título otorgado por el arzobispo de Zaragoza don Hernando de Aragón. A partir de ese momento se conservan ciertos documentos en los que figura como vecino de la ciudad de Orduña, donde realiza varios trabajos. Los últimos testimonios que se conservan datan de 1588, fecha en la que se coteja el contrato de ejecución de este bello Cristo de la parroquial de San Pablo; según dicho contrato (data ofrecida por Mario de las Salas Valdés) firmado por Legassa afirma que: “por una imagen de Christo Crucificado en la cruz pagué a Nogueras, architecto (escultor) 1140 sueldos, hay apoca de Miguel de Villanueba (notario) en 26 de noviembre y la dicha imagen la encarnó gratis Roland de Mois, pintor (año 1588, según se desprende de otra ápoca de la misma época).

A mano izquierda de dicha capilla aparece la bella talla de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos o Virgen Blanca, realizada en 1953 por Jacinto Higueras, escultor natural de Jaén aunque afincado como vecino de Madrid. Se trata de una imagen de candelero con facciones modernas, aunque a petición de la cofradía mantiene la esencia plástica de las dolorosas andaluzas.




















































































BIBLIOGRAFÍA:
  • AHP. Logroño; Aº Gutiérrez de Amaya, 1571, fols 12-13.
  • Pagina web de la Cofradía del Silencio de Zaragoza. www.cofradiadelsilencio.com
  • M. Valdés: Jerónimo Nogueras y Juan de Rivero. El sepulcro de la capilla de don Juan de Quiñones en la iglesia del convento de Santo Domingo de León. Tierras de León nº 28, pag, 34.
  • Artículo Jose Ángel Barrio Loza, Tierras de León.

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