Para intentar establecer un recorrido lógico de los espacios devocionales del interior del templo, voy a establecer tres zonas diferenciadas dentro de la estructura interna del templo; por un lado las capillas que abren a la nave sur, las que abren al lado norte y capillas ubicadas en el anillo deambular de la cabecera.
San Pablo como otros templos zaragozanos se convierte a través de sus capillas en un magnífico museo de las creaciones artísticas aragonesas durante los siglos XV, XVI, XVII, XVIII y XIX. Por lo que sin duda es un buen exponente del mejor quehacer de los tallistas y escultores.
CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL PÓPULO:
Ubicada a los pies de la nave sur del templo parroquial, la capilla de Nuestra Señora del Pópulo es, sin duda, uno de los complejos devocionales más destacados del templo; no por la categoría artística de sus piezas, nada desdeñable; sino por la visión de conjunto que ofrece; siendo el más completo de los que se conservan. A ello hay que sumar el gran valor devocional del icono goticista traído de Roma que alberga la capilla, y que representa a Nuestra Señora del Pópulo, patrona de la parroquial.
Su estructura corresponde al diseño otorgado en 1673 por Felipe Busiñac y Borbón; quien configura un espacio de diseño cuadrangular cubierto por cúpula hemisférica sobre pechinas e iluminado por linterna. De esta primera época todavía se conservan algunos elementos dentro de la capilla como serían, los ricos arrimaderos del espacio, cubiertos por azulejos del siglo XVII cercanos a las creaciones del proclive taller de Muel (uno de los más importantes en el panorama español durante los siglo XVI y XVII); algunos relieves en madera dorada y policromada de marcado carácter manierista que se pueden atribuir como hacen muchos especialistas a Juan Miguel Orliens y, que fueron fragmentados y reincorporados al nuevo retablo propio ya de un gusto barroquizante de finales del siglo XVII y XVIII. Y la portentosa decoración de las pechinas y cúpula del espacio, en yeso endurecido con profusos motivos vegetales y medallones con las virtudes Teologales y Cardinales. La capilla como se deduce de lo comentado anteriormente fue modificada en el siglo XVIII para cobijar en su interior la pila bautismal de la parroquial lo que hizo que se adecuara el espacio, redecorando el retablo mayor e incorporando grandes lienzos muy efectistas sobre los arrimaderos.
El retablo se dedica a Nuestra Señora del Pópulo, bello icono oriental datado a finales del siglo XV y traído según la documentación de la ciudad de Roma. Para colocar dicho icono se decidió reformar en el siglo XVIII el antiguo retablo que cobijaba la capilla de estilo manierista próximo al círculo de los Orliens y que narraba pasajes de la vida de Moisés y San Pablo (temática nada lógica si pensásemos en un retablo mariológico). El retablo se estructura en banco, cuerpo de tres calles y ático superior, de marcado carácter barroquizante del siglo XVIII; destaca la zondel cuerpo dividida en tres calles, siendo mayor la central donde se cobija bajo hornacina el icono de la virgen del Pópulo según estructura abocinada de arcos de medio punto y ornamentada con espejos; flanqueando la pintura de Nuestra Señora del Pópulo se disponen en casetones rectangulares los antiguos relieves del retablo dedicado a Moisés y San Pablo. El retablo se completa con el ático que se configura como gran arco de triunfo de un solo vano en cuyo intradós se coloca un relieve escultórico del Milagro Eucarístico.
Los arrimaderos, se disponen sobre la mitad inferior de los flancos laterales de la capilla, y se articulan mediante pequeños azulejos dispuestos para conformar una decoración general de motivos vegetales que se remata por un friso superior con guirnaldas ornadas con grandes jarrones y aves. Estas piezas cerámicas son atribuidas a los talleres de Muel (siglo XVII) por su belleza y colorido; aunque bajo mi opinión habría que diferenciar dos zonas o talleres, ya que la policromía y diseño del friso superior de aves no se corresponde con la tipología básica de las piezas zaragozanas, por lo que no sería arriesgado afirmar que el remate superior sería ya del siglo XVIII, época en la que se reforma el conjunto y más cercano a la cerámica valenciana.
Otras piezas de la capilla: a destacar la gran pila bautismal del siglo XVIII con diseño octogonal gallonado realizada en precioso pórfido rojo y la reja exterior del conjunto de tamaño medio realizada en mármoles, bronce y crestería en madera.
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