martes, 21 de julio de 2009

LA TORRE DE LA CATEDRAL DE SAN SALVADOR. Una de las más bellas atalayas barrocas del patrimonio español.

Es sin duda alguna uno de los referentes de la conocida plaza de las catedrales, aunque en muchas ocasiones es destronada a un segundo lugar por la monumentalidad del templo basilical de Nuestra Señora. Pero sin embargo se constituye como el referente visual de la Zaragoza barroca del siglo XVII, ya que las torres del Pilar fueron levantadas en su mayoría en el siglo XVIII.

Dibujo del diseño de la torre por Contini. Foto extraida de la página web de la Fundación Lázaro Galdiano. Fondo Carderera.

La actual construcción viene a sustituir a la antigua torre mudéjar que completaba el conjunto catedralicio, la cual a su vez sustituyó al alminar de la antigua mezquita mayor de Saraqusta. De ambas torres son escasos los restos que se han conservado, siendo poco apreciables las marcas en negativo que dejó el antiguo alminar.

La primera piedra del conjunto fue colocada en Julio de 1681, ocupando la mitra arzobispal Don Diego de Castrillo. Y su conclusión arquitectónica posiblemente fuera a comienzos del siglo XVIII (1704), aunque su decoración data de la década de 1780.

















El proyecto fue diseñado por Juan Bautista Contini (afamado arquitecto italiano muy influenciado por las obras de Borromini) aunque su consecución material fue encargada a los maestros aragoneses Pedro Cuieo, Gaspar Serrano y Jaime Borbón. El proyecto fue respetado en sus formas externas, aunque no en la concepción interna de la torre, ya que los maestros aragoneses decidieron otorgarle la típica estructura de alminar de las torres aragonesas, una doble torre una interna y otra externa con las escaleras ocupando el espacio entre ambas torres.

Artísticamente la torre se estructura en cuatro cuerpos más el chapitel. Los dos primeros presentan planta cuadrada, aunque el segundo presenta sus aristas rematadas; mientras que los dos superiores juegan armoniosamente con un diseño octogonal. La torre fue construida prácticamente en su totalidad en ladrillo, salvo el basamento del primer cuerpo que se realiza en piedra; razón que radica en la escasez de piedra en las cercanías de la fértil huerta del Ebro.

El primer piso aparece ornado por una gran lápida de forma rectangular con texto latino que recuerda su construcción, dicha lápida se enmarca por moldura de piedra con frontón partido y dos ramas de palma; y un gran balaustre de piedra.

El segundo piso se decora con sobrias pilastras muy planas y en su parte frontal se encuentra el reloj, flanqueado por las figuraciones de la Muerte, el Día y la Noche, recurso muy dramático tan del gusto de la estética persuasiva del barroco.

El tercer piso o cuerpo de campanas, ya que es en él donde se decidió alojar el cuerpo de campanas, aparece completado por voluminosas columnas de capitel corintio elevadas sobre alto basamento, y las figuraciones de la Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza en los cuatro flancos.

El cuarto piso más sobrio que el anterior utiliza el típico recurso decorativo de los grandes flameros de piedra tan del gusto de las obras de Borromini.

El último de los elementos de la torre es el chapitel, elemento ya de 1850 que viene a sustituir a otro mucho más sencillo de formato piramidal que quedó destruido por el incendio de 1850. El actual es octogonal, apiramidado y bulboso con su característico color rojizo que le da a la torre ese bello semblante orientalizante tan del gusto en la arquitectura del siglo XIX.

1 comentario:

  1. Explendidas fotografias y explendido el reportaje que me ha gustado mucho y EXPLENDIDO porque has puesto Catedral de San Salvador, cuando los muy eruditos, libros dearte, historia y Guias de la ciudad dicen machaconamente el otro engendro que e smejor no nombrar

    Gracias por deleitarnos Necesitabamos un blog como este y tu nos lo propocionas
    Aunque no escriba te leo con asiuduidad con la que publicas que no es mucha

    Un saludo

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