martes, 3 de marzo de 2009

EL PALACIO DE LA ALJAFERÍA


El Palacio de la Aljafería es uno de los pocos testimonios que la bimilenaria ciudad de Caesaraugusta posee sobre la presencia musulmana en sus dominios; pero permite gracias a su riqueza conocer el esplendor y pujanza de la marca norte de Al-Andalus encabezada por la ciudad de Saraqusta.


El palacio fue mandado construir en el siglo XI por Al-Muqtadir (1049-1081) rey de la taifa de Saraqusta sobre una edificación anterior fechable entre finales del siglo VIII y mediados del siglo IX, en la época del emirato omeya de Córdoba (Torre del Trovador).


La denominación actual deriva del constructor del espacio, Ahmad Abu Jafar, quien concibió el edificio a semejanza de los antiguos palacios omeyas de Siria y Jordania. Este conjunto palaciego es considerado como una de las tres piezas claves del arte musulmán español, junto con la mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada. Consideración que le valió la declaración como Monumento Nacional en 1931 y Patrimonio de la Humanidad.

Tras la Reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador, el Palacio de la Alegría denominación que se recoge en la documentación antigua sobre el complejo residencial, es utilizado como residencia de los reyes cristianos de Aragón. Quienes a partir de ese momento lo adaptarán a sus gustos y necesidades configurándose así como una amalgama de estilos, principalmente mudéjar, gótico y renacentista; hasta su transformación en cárcel y posteriormente baluarte militar durante el reinado de Isabel II.
















LA TORRE DEL TORVADOR

Planta del Palacio de la Aljafería, fotografía extraída de http://es.wikipedia.org/wiki/Aljafería


La torre del Trovador constituye el vestigio más antiguo del palacio da la Aljafería; su denominación deriva del intenso drama romántico de Antonio García Gutiérrez, El Trovador escrito en 1836. Obra que posteriormente fue adaptada a libreto de ópera por G. Verdi en 1853, Il Trovatore.
Torre del Trovador fotografía extraída de
wikipedia.es
















Sección de L. Franco y M. Pemán
"La Aljafería de Zaragoza" Cortes de Aragón, 1996.

Se trata de una torre defensiva de planta cuadrangular y cinco pisos datable entre finales del siglo VIII y mediados del siglo IX. Por lo que consiste en una construcción eminentemente militar (funciones de vigía y bastión defensivo) rodeada de foso y mandada construir por Muhammad Alanqar durante el emirato independiente de Muhammad I en Córdoba.

De sus orígenes son escasos los restos que se conservan, se mantienen los cimientos y los gruesos muros de arranque en alabastro blanco de los dos primeros pisos, que fueron continuados por argamasa de yeso y cal. Y las dos estancias inferiores conformadas por dos naves separadas por pilares cruciformes cuyos arcos de herradura dividen el espacio en seis tramos abovedados.

















Fotografías de la planta primera de la Torre del Trovador, extraídas de http://es.wikipedia.org/wiki/Aljafería


Las estancias superiores repiten a grandes rasgos el esquema de las inferiores pero ya forman parte de la reforma de Pedro IV en el siglo XIV quien adaptó el espacio y lo comunicó con el resto del palacio taifal.











Fotografías de la planta tercera de la Torre del Trovador, visitable. Estructura taifal y decoración mudéjar.


El acceso a dicha torre defensiva se hacía en alto mediante una escala portátil lo que insiste en su carácter defensivo y no palacial. Durante las distintas reformas la torre quedó supeditada como torre vigía pasando a formar parte del paramento defensivo del lienzo norte; aunque sus vanos en aspillera fueron en parte sustituidos por otro de mayores dimensiones adintelados más propios de sus funciones residenciales.

La Torre pasó a ser cárcel del Tribunal de la Inquisición en el siglo XV y posteriormente fue convertida en prisión durante los siglos XVIII y XIX.


EL PALACIO TAIFAL

Durante el siglo XI la familia de los Banu Hud consiguió una potencia cultural y económica tal, que convirtió a Saraqusta en la cabecera de la Taifa más poderosa de toda la península ibérica. Fruto de esa hegemonía Al-Muqtadir, apodado el poderoso, mandó construir entre los años 1065-1081, el complejo residencial de recreo, denominado por el propio rey como Palacio de la Alegría.

La disposición estructural del complejo residencial (no hay que olvidar que en el centro urbano de la ciudad se levantaba el complejo admistrativo, el palacio de la Zuda) responde a los esquemas básicos de los castillos omeyas de los desiertos de Siria y Jordania levantados durante la primera mitad del siglo VIII; básicamente presenta un diseño cuadrangular de torreones semicirculares en los paños defensivos del complejo; y un espacio interior dividido en tres zonas de las cuales sólo la central presentaba un espacio construido. Es este rectángulo central el que cobija las edificaciones palaciales levantadas en torno a una alberca central y dos módulos laterales abiertos a ella (pórticos norte y sur dónde se disponían las estancias residenciales, el salón Dorado y el pequeño oratorio).


Planta y esquemas de la división tripartita del palacio de la Aljafería.




Paramentos defensivos del palacio de la Aljafería, Mshatta y Qasr al-Hayr al-Sharqi. La imágen de Mshatta está extraida de http://farm3.static.flickr.com/2159/2528444286_7a584f03ce.jpg y la de Qasr al-Hayr al-Sharqui de http://lh4.ggpht.com/_4Z9XL6jgyEg/SGew88WNYPI/AAAAAAAAAy0/IB9arykgzn4/IMG_5219.JPG


Este esquema estructural de palacio resultaba en el siglo XI bastante arcaico, ya que repetía un sistema de división espacial tripartita de base bizantina usada durante los períodos de dependencia califal omeya. Según testimonios de la época este sistema responde al deseo de perpetuar y homenajear una dinastía taifal que pretende enlazar su parentesco con las antiguas dinastías Omeyas.


Imagen aérea del Palacio de la Aljafería. Foto extraida de http://www.almendron.com/blog/wp-content/images/aljaferia.jpg


La riqueza de este complejo residirá en los elementos decorativos del palacio, principalmente en la complejidad decorativa de los grandes telones teatrales creados a partir de la combinación de grandes arcos polilobulados y especialmente los arcos mixtilíneos (arcos que combinan segmentos rectos con otros curvos).



















Sistemas estructurales usando el arco polilobulado y el arco mixtilíneo del palacio de la Aljafería.

Patio del palacio de la Aljafería.



EL ACCESO AL PALACIO TAIFAL


La puerta de acceso se haya localizada en el lado este del complejo fortificado, enmarcada por dos de los vastos torreones semicirculares; y claramente descentrada del eje visual del complejo, manteniendo la línea de las fortificaciones defensivas de accesos truncados y exentos del eje simétrico del complejo.

Fotografía de la puerta de acceso al palacio de la Aljafería, Zaragoza.

El acceso propiamente dicho es una interpretación o reconstrucción realizada en el siglo XX por el arquitecto-restaurador del complejo Íñiguez Almech, quién recompuso en ladrillo la práctica totalidad de la puerta de ingreso, a la que se añadieron los escasos restos en alabastro que se conservaban del mismo, fechables dentro del período hudí.
Del acceso destacaremos los siguientes elementos:

Esquema tripartito del acceso de la Aljafería. Puerta de acceso de la Mezquita de Córdoba, foto extraida de http://www.aularagon.org/files/espa/ON_Line/Historia/CMLG10EdadMed/mezquita_Cordoba_fachada.jpg


• La propia puerta engendrada en base al uso de un gran arco de herradura, de arranques enjarjados y de doble rosca descentrada, que recuerda los accesos a la Mezquita de Córdoba de época de al-Hakam II, siglo X.

Esquema estructural del arco de acceso al palacio de la Aljafería, Zaragoza.

• Una logia cerrada y enmarcada de arcos de medio punto entrecruzados, que producen el efecto visual de generar una galería de arcos apuntados de menor tamaño. Elemento decorativo usado también en la mezquita de Córdoba y en numerosos monumentos mudéjares. Esquema de la logia de arquillos entrecruzados.

• Una galería abierta de arcos carpaneles doblados de marcado carácter mudéjar y que responde a las reformas llevadas a cabo en el complejo por los Reyes Católicos. Y que Almech reconstruye siguiendo los grabados conservados de Tiburcio Spanochi del año 1593.


Esquema de arcos conopiales del tercer piso del acceso del palacio de la Aljafería.








Imágenes del acceso al palacio de la Aljafería de Zaragoza.




ESTANCIAS DEL LADO NORTE:

Una vez flanqueada la puerta de acceso al recinto y el pequeño patio, muy remodelado, que acoge la capilla de San Martín; el visitante accede a las edificaciones propiamente palaciales. Las mismas se organizan en torno a lo que se conoce como patio de Santa Isabel y conforman dos zonas porticadas que con distintas modificaciones siguen manteniendo el sistema de estructura tripartita que diseña todo el complejo.















Planta general del palacio de la Aljafería y esquema de la división tripartita de la edificación taifal. Plantas extraidas de wikipedia.es


Hablando propiamente de las edificaciones del lado norte; las mejor conservadas y las más atractivas desde el punto de vista artístico; éstas responden a una disposición en tres, el pórtico propiamente dicho, el espacio porticado que cobija en uno de sus laterales el pequeño oratorio o mezquita y el espacio también porticado que cumplía las funciones de salón dorado o salón del trono.


Esquema de la división en tres de
las estancias norte del palacio.

Fotografía donde se aprecia la división
del espacio norte.

El salón del trono, se haya situado al fondo y responde a una estructura, otra vez tripartita, muy sencilla: un gran salón cuadrangular (propiamente el salón del trono) y dos aposentos laterales de pequeñas dimensiones que cumplían la función de alcobas privadas (de estos aposentos sólo se conserva el del lado occidental). Dicho espacio se cubría por una riquísima decoración de ataurique en sus paredes y ricas ménsulas superiores de las que se conservan escasos testimonios y que en un intento por otorgarle mayor realismo al espacio I. Almech reconstruyó usando modelajes en escayola de vasto trabajo. Destacar la portada reconstruida del lado occidental que en su composición recuerda a la puerta de acceso y por ende a los accesos omeyas de la mezquita de Córdoba.


Fotografía del salón del trono; acceso a la estancia occidental.

El salón del trono se comunica en sus extremos con el pórtico anterior mediante dos arcos túmidos con trasdós polilobulado y, en su parte central a través de una llamativa y original combinación de arcos mixtilíneos entrecruzados, a los que se superponen en altura otros de herradura más sencillos.



Arcos túmidos del salón del trono y gran telón porticado.


A continuación, y delante de las estancias oficiales se dispone el pórtico que cobija en uno de sus laterales el pequeño oratorio, este espacio sumamente teatral se crea mediante grandes arquerías polilobuladas de rica decoración de ataurique.

Arquería polilobulada con rica decoración de ataurique.


Por último y delante del espacio anterior encontraríamos el pórtico propiamente dicho, de factura muy sencilla.


Este sistema constructivo a base de grandes telones de arquerías y columnas es muy del gusto de la mentalidad musulmana que parte de la idea de crear espacios separados por series de arquerías que se multiplican armoniosamente y que actúan a modo de pantallas visuales, confundiendo de esta manera al espectador y suscitando ante su mirada contrastados juegos de luces y de sombras. Sin olvidarnos tampoco de que ante nuestros ojos se despliega un arte sensual, cuando no impregnado de cierto aire teatral, en el que importa más la apariencia y el impacto visual que su propia realidad matérica y constructiva.

Rica decoración ornamental del palacio y combinación de juegos de luces y sombras.

A la riqueza arquitectónica de grandes telones de arquerías, hay que sumar el valor artístico que desempeñan los capiteles que soportan ese complejo sistema teatral. La mayoría de capiteles aparecen realizados en alabastro, salvo algunos realizados en mármol y que algunos historiadores ligan a la tradición omeya de la mezquita de Córdoba. En líneas generales casi todos presentan un orden corintio o compuesto y una rica decoración de ataurique que inunda por completo el campo del capitel.


Distintos tipos y modelos de capiteles taifales del palacio de la Aljafería.


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